¿Hace cuánto vas al baño con la puerta abierta?

Esta misma pregunta la leí al finalizar un artículo de una mamá bloguera, la cual me hizo meta-reflexionar acerca de la nueva organización del tiempo que tiene una madre, ya sea primeriza, de 2, 3 o más hijos.
Y es sin duda toda una interrogante y al mismo tiempo una realidad en la madres. La organización del tiempo, y específicamente del tiempo personal, se convierte en una batalla en donde el día pareciera que necesitara más de 24 horas. Es precisamente este sentimiento de no alcanzar a realizar todas las cosas hace que muchas madres, en especial puérperas, consulten al psicólogo, ya que la mujer deja de ser una sola persona para convertirse en la guardiana de otro ser humano. Actividades como bañarse o lavarse el pelo, pasan a ser verdaderas odiseas donde las madres en estos años de consulta me han contado cada anécdota que no me deja de dar risa por ser cual mas ingeniosa que otra.
Quizás para algunas esta realidad, estar en el baño con la puerta abierta, partió como una sensación de sobreprotección, para tener todo bajo control, y si uno analiza el hecho de estar con la puerta abierta tiene mucha lógica, ya que el cerrar la puerta implica desconectarse o no saber lo que pasa al otro lado. Sin embargo, conforme va pasando el tiempo y las mujeres se empoderan en su rol de madre y así mismo el niño va creciendo, las madres siguen muchas veces teniendo la costumbre de tener la puerta abierta o simplemente con algún “invitado” en el baño. Es algo tan instintivo que ni siquiera se transmite en consejos, tips o en libros de crianza, sino que es idea surgida del proceso mismo de ser madre, donde es una solución para realizar un acto que implica algo personal.
Cuando una madre consulta y parte su relato diciendo, “no tengo ni tiempo para bañarme, debo hacerlo con la puerta abierta o con mi guagua (bebé) en el baño” se nota sobrepasada y angustiada, pero cuando se normaliza esta situación y se explica que muchas madres están en la misma situación que ella, que conforme va pasando el tiempo el niño va ganando paulatinamente independencia y aprende que la mamá no abandona o desaparece al estar dentro del baño, la puerta abierta pasa a ser una vía de confirmación que la mamá está ahí donde el niño sabe que se está bañando, en donde una que otra vez puede entrar para confirmar tal situación, donde la mayoría de las veces ya deja ser una tema de preocupación en las madres sino que es parte de la rutina diaria del ser mamá.
Y bueno yo finalizo con la respuesta a mi pregunta ¿hace cuanto vas al baño con la puerta abierta? Hace 2 años y 10 meses y ¿ustedes?
yo, hace 2 años y casi 5 meses. Al principio me resultaba raro y pudoroso, pero ahora se ha convertido en algo asimilado como normal