De su pieza a mi pieza, hablemos de colecho.

Cuando mi hija comenzó a pasar la noche de largo, después de varios meses sin despertares nocturnos, me lleve a mi hija a su pieza, habitación que estaba pegada a la mía, el principio fue fantástico, no tuve ningún problema, mi hija disfrutaba estar en su pieza, además pasaba la noche desde el primer mes de vida por lo que no fue pesado ni traumático. Hasta que llegó la angustia de separación, o angustia del octavo mes, ella quería primero que la acompañáramos al dormir, después que durmiéramos con ella en su cuna, algunas noches pedía dormir en mi cama conmigo y marido. La verdad es que siempre la respetamos, cuando nos pedía dormir con nosotros era porque tenía la necesidad de estar con sus padres y porqué negárselo, además no era todas la noches. Otras veces tenía la rutina de escuchar música, masajes míos y que mi marido se sentara al lado de ella hasta que se quedara dormida, otras veces nos llamaba en mitad de la noche para que la fuéramos a buscar y llevarla a nuestra cama, nunca lloró al despertar en mitad de la noche ya que estaba convencida que siempre iríamos con ella sólo con llamarnos una vez.
La verdad que todo era bastante tranquilo, donde la mayor parte del tiempo ella se veía disfrutando su cama. Hasta que quedé embarazada, periodo que además coincidió con un cambio de casa que para mi hija también significó pasarla de cuna a cama. Ella comenzó a pasarse a nuestra cama con más frecuencia, siendo su peak desde que nació su hermano. Comenzaba todas las noches durmiendo en su cama con la rutina de siempre, música y acompañada por su padre hasta que se quedaba dormida feliz y tranquila, hasta que llega a nuestra cama en mitad de la noche o al amanecer, o simplemente llega a buscar a uno de sus padres para acompañarla a dormir.
Con mi marido hemos entendido que este es un proceso transitorio y parte de su desarrollo infantil, entendemos que su mente de niña ve que estamos todos en una misma pieza, menos ella, donde también quiere ser parte, ¿y por qué no?, si es lógico, es la única que está fuera.
Es importante como matrimonio tener ciertos puntos comunes en la crianza de los hijos, ya que esta causa podría ser tremendamente conflictiva en la relación de pareja. Sin embargo, cuando ambos padres son capaces de empatizar por lo que está viviendo su hijo sin exigirle como adulto, intentando conectarse con ese niño que fuimos, uno es capaz de ser un padre respetuoso de la esencia del niño y tomarlo en cuenta como persona. Es importante que entendamos los miedos por los que puede estar pasando nuestro hijo: temor al abandono, a ser reemplazado por el otro hermano, a ser excluido, incluso a la oscuridad (suerte que no es el caso de mi hija).
El Colecho es acto en donde padres duermen en la misma cama que sus hijos (en el mismo lecho), antes de ser madre y psicóloga de apego me parecía mal, en el sentido que veía una falta de preocupación de los padres hacia al niño, consideraba un acto de “mala crianza”. La vida, los estudios y el conectarme con mi hija me hizo ser capaz de entender que es una petición de amor “mamá no quiero estar sola, te necesito”. Gracias a que con mi marido pensamos igual, tal es así que cuando estaba embarazada y ella dormía con nosotros nos reíamos pensando en el futuro imaginándonos los 4 juntos en la cama. En mi caso particular el colecho es sólo al amanecer, la mayor parte del tiempo, pero lo que no implica que si mi hijo pequeño quiera dormir con nosotros, o quizás sea feliz en su pieza también toda la noche, la verdad el tiempo lo dirá y cada hijo es un mundo nuevo.
El colecho, como cualquier estilo de crianza, tiene sus seguidores y también sus detractores, lo importante es que los padres que lo practiquen deben sentirse seguros de esta elección. Aún así es posible ir alternando, todo va a depender de las necesidades del niño y de los padres en un momento particular de la vida familiar. Ahora bien lo peor es dejarlo llorar en las noche con el método Estivill (libro duérmete niño), luego para la próxima noche llevarlo a la cama, e improvisar constantemente. Es muy importante como padres ponerse de acuerdo y seguir un patrón común de modo de no ir en un ensayo y error con distintos estilos de crianza cada noche.
Los beneficios que se conocen del colecho van desde que favorece la lactancia materna en la noche, donde la madre es capaz de alimentar a su hijo, casi sin despertarse teniendo como beneficio para madre despertar mas descansada, además favorecería el descanso del niño ya que disminuiría o acortaría los despertares nocturnos del bebe regulando el sueño del bebe. Los padres que duermen con su hijos están más disponibles para sus hijos durante la noche y los niños lo saben.
Pero también se conocen algunos riesgos asociados al colecho, como riesgo de asfixia tanto debido a la ropa de cama o a movimientos involuntarios de los padres que puedan quedar sobre el niño. Por ello es necesario tomar ciertas precauciones a la hora de dormir: demarcar el lugar donde está el niño con cojines u otro elemento; no tomar psicofármacos que alteren el estado de conciencia o alcohol previo a acostarse, de modo de estar alertas durante la noche; no fumar antes ni durante en la habitación, ya que además de los perjuicios propios del cigarro, este aumenta la posibilidad de muerte súbita.
La decisión está en sus manos, lo importante es que consideren las distintas alternativas y se guíen por sus instintos, pensando en los sentimientos de sus hijos y la armonía de toda la familia y si su decisión no es colechar, ser capaces como padre de acompañar el proceso de dormir y estar disponibles cuando nos llamen o necesiten durante el día o la noche. Y entonces ¿han hecho colecho con sus hijos?¿qué opinan al respecto?
María Paz Aguilera Oportus
Madre de 4 niños
Psicóloga Clínica,
Magister en Salud Mental Infantil
Diplomado en Apego e Intervención Temprana
primero quiero felicitarte por la iniciativa de crear esta pagina, la encontre y me encanto me ha servido de mucho , te cuento que soy madre de un bebe de casi dos meses, las primeras 3 semanas de nacimiento fueron terribles en la noche lo dejabamos en su cunita y despertaba cada 10 min…no se acostumbraba , ademas de darle papa a libre demanada , con dolor insoportable en los pechos, uf todo mal…ahora hace tres semanas mas omenos estamos durmiendo con el ha sido fantstico en comparacion con lo anterior, dormimos los 3 mucho mejor, aunque aveces cuando tiene colicos despierta muchas veces en la noche y debo hacerle masajitos y todo lo demas …pero lejos es lo mejor, lo malo entre comillas es que tipico que las abuelas dicen…»NO LO HAGAN QUE LO VAN A MAL ACOSTUMBRAR Y DESPUES NO VA A QUERER IRSE DE LA CAMA», quizas es cierto…y aveces quedo pensando…pero bueno eso lo iremos viendo con el tiempo….no lo queremos malcriar…pero como ya llegaremos al invierno se siente mas calientito y acurrucado con nosotros….
Muchos cariños.
Alicia
Gracias Alicia por tu comentarios
me alegra que te gustara mi página eso me hace muy feliz
bienvenida a apego seguro!!! lo que necesites aquí estamos mariapaz@apegoseguro.com
Hola;
ayer fuí al seminario Mamá por primera vez y escuché tú charla, por primera vez me sentí comprendida en el tema del colecho, mi marido simpre ha sido de la idea que nos acostemos con la gordita todos juntos, pero yo siempre le decia no, que no esta bien que se malcrian que no va a querer salir más y una infinidad de comentarios de mujeres que han vivido la maternidad y te transmiten su «experiencia»ufffff………………
pero al ver que no estamos haciendo nada malo y que por el contrario nos sentimos todos más seguros es fantastico. creo que no estoy en un mal camino.
María José muchas gracias por tus lindas palabras, y así es a seguir el instinto de lo que mande tu corazón.
cariños y gracias por comentar
Ma Paz Aguilera