Relatos de una Madre Psicóloga: Embarazada por Tercera Vez (Primer Trimestre)

Es así como comienza este nuevo post con un nuevo estado, EMBARAZADA y de poco más 2 meses. Estoy sumamente feliz, porque este niño o niña lo estábamos esperando hace mucho tiempo y por temas de estudios tuvimos que aplazarlo.

Alguna vez escribí un post “cuantos hijos queremos tener”, y en el puse que me encantaría tener 5 hijos, me encantan las familias numerosas, donde todo es heredado y compartido, no existen “mis juguetes” sino “ los juguetes de todos”, muchos espacios comunes y poco individualismo, no se si lo logre, pero ya voy en el intento del tercero.

Por qué me vino un poco el arrepentimiento? es que este embarazo no ha sido tan dulce como los anteriores, o al menos como los recuerdo. Pero en este me he sentido realmente mal, tardes completas son desechadas entre nauseas, vómitos, mareos y SIN ENERGIA. Y es aquí donde me viene el arrepentimiento de tener una familia muy numerosa, lamentablemente muchos hijos seguidos no es sinónimo de salud mental, porque es simple, cada niño necesita nuestra atención y preocupación exclusiva, y al ser muchos esta se va quitando. Por ahí leí que la edad óptima de separación entre los hijos era algo de 3 años, lo que garantizaba el paso de la heterorregulación parental a la autorregulación del niño.

Mis hijos tienen: la mayor casi casi 6 años y el otro 3 años 8 meses, uno podría decir ya son grandes tienen buena diferencia de edad. El tema es que mis niños eran los más entusiasmados con este nuevo hermanito, es más, la noticia fue un regalo de navidad para ellos, el cual fue recibido como el mejor regalo del mundo. El problema es que su mamá ya no está tan disponible como antes, se siente mal, algunos olores le dan nauseas, le duelen los huesos, tiene mucho sueño o quiere jugar sentada y varios achaques más. Entonces este sueño anhelado, ya no es tan entretenido, porque en parte este nuevo hermanito les quitó a su mamá y les entregó una aburrida que no los puede tomar en brazos, y no juega a lo que ellos quieren.

Mis niños han sido realmente maravillosos, porque jamás se han quejado, pero yo me imagino que pasa eso por sus cerebritos, se han adaptado y buscan “regalonear” porque eso si sabe hacer la mamá y no ha cambiado, mi hijo volvió a dormir siesta por estar conmigo algunos días, y mi hija me abraza y vemos películas abrazaditas, porque para estar en posición horizontal soy muy buena. Además entendieron mágicamente que la mamá hay cosas que no puede hacer y ahora se lo piden todo al papá, pero TODO, pobre mi marido que es un santo y además de consentirme embarazada, ha compensado muy bien mi rol. Él es un excelente padre, por lo que le nace naturalmente sin siquiera que yo le diga nada.

Que afortunada soy, tengo además mi equipo que es mi madre y mi “Verito”, algo así como una hermana mayor, que llegó hace casi 22 años a mi familia y es tan buena jugando con mis niños.

Las mujeres cargamos con demasiadas culpas, me imagino si mi marido estuviera embarazado, el con su mente de ingeniero se diría, bueno este trimestre me siento mal, haré lo que pueda mi cuerpo, tengo gente que me apoya y una esposa, el segundo trimestre me sentiré mejor y PUNTO. En cambio una se vuelve loca de culpas, problemas y rollos que están en nuestras cabezas. Por eso que este embarazo me propuse una meta: FLUIR. Me voy a poner relajada y me voy a dejar llevar, ojalá que sin culpas, porque no sirven para nada.

María Paz Aguilera Oportus

esposa, madre de 2 y uno en proceso.